No es fácil que se produzca el encuentro, quizás porque somos conscientes de esa dificultad estamos decididos a celebrarlo cuando se produce. No es fácil que te encuentres, de forma clara y manifiesta, el concepto puro de convergencia de distintos territorios en el mismo lugar; estamos habituados a la divergencia, parece ser, y siempre es una sorpresa lo contrario.

De acuerdo: habíamos sido convocados. De acuerdo: también sabíamos que habría palabras, músicas y voces. Estamos, sin lugar a dudas, de acuerdo en que conocíamos el ritual previsto. En resumen, sabíamos a lo que íbamos,... los que íbamos. Y llegamos al lugar viniendo cada uno desde distintos puntos,... por diversos caminos.

Bastaron las miradas para intuir que todos queríamos ser partícipes de la posible celebración, bastaron las miradas para percibir que aquel espacio de encuentro iba a ser testigo de la presencia de lo aún ausente. Sonó la caja y la guitarra, como nunca sonaron, se le sumó la voz convertida en instrumento vivo y los cuerpos comenzaron a sentir que somos mucho más que materia, el espacio se llenó de silencios y vacíos cómplices. En esa densidad palpable hizo su presencia la palabra, la palabra convertida en sonido articulado, en ritmo medido, en juego tonal aglutinador de emociones y sensaciones ancestrales que vinculan tiempos y espacios.

Se hizo presente la belleza y todos sabemos que ante ella no podemos ser inmunes, no hay antídoto ante su eficacia. A veces, da la sensación, de que los seres humanos estamos tan desprotegidos ante su poder que hasta se opta por su destrucción, y después descubrimos que sus ruinas siguen siendo belleza. Si ya lo sabemos: ¿no sería razonable aliarnos con ella,...y vivir?

I

Mi ira no es tan simple: acaso el origen de la conciencia
Sea una división del deseo que muerte la luz baldía.

II

Me he despertado rodeada de periódicos
y de un sudor níveo por donde aún se escapa
el sueño mezclado con noticias vulgares.
La casa está vacía y también los pies desnudos.
Cortar un pomelo a trozos para desayunar
y tragarte las gotas de acidez
para que el cuerpo sepa moldear su alma lentamente.
El movimiento estaba solo, en la mitad de la calle
Mientras yo procuraba rozar a los seres que caminaban
la mitad de su vida sin tocarse.

III

Elegir algo nuevo sin sufrir inútilmente
y sin embargo, sentir.
La amapola es una tierna infancia
que a veces crece en la memoria
segmentada por el olivo, por la inexistencia.
Escojo el lugar de mis sueños: la luz
y deseo
vivir en el espacio entre el nacimiento.
A pesar de haber tantos discos rotos
Tantas horas de whisky y de carretera,
Sé que aún puedo habitar una sonrisa abstracta.
Aunque no quepa en un ser recién nacido
siempre hay casas que no te conocen
y estériles objetos que no saben si tu nombre es
estío o gota de efigies maduras.

María Dolores Romero

Nacido en Ronda, en el seno de una familia humilde de artistas como Curro Amaya, José Manuel Reyes, Diego del Gastor. Su madre, Isabel Reyes Amaya, fue una cantaora muy querida en Ronda, que renunció a dedicarse profesionalmente al flamenco para cuidar de su familia.

Rafael intervino por primera vez en el Festival de Cante Grande de Ronda en 1992, lo que le propició un gran prestigio, y le llevó a participar de nuevo en el 93 y 94. En el 99, debido al fallecimiento de su madre, intervino de nuevo en dicho festival que se dedicó a la memoria de ésta.

Ha actuado junto a artistas de la talla de Rancapino, Capullo de Jerez, Pepe de Lucia, Juana la del Pipa, Curro Fernández, Raimundo Amador, Rafael de Huelva, Agustín de la Fuente, Miguel Iglesias, Paquito Fernández, Miguel Aragón, Nicasio Moreno, etc... Intervino en la Bienal de Arte Flamenco en Sevilla en el año 96.
Actualmente trabaja en el extranjero formando parte de diferentes compañías flamencas en países como Suiza, Alemania, Bélgica, Polonia, Francia, Austria, la República Checa, Rusia, Finlandia, etc., en las que acompaña a bailaores y bailaoras como el Mistela, Antonio Perujo, Jackelin Galván, Leonor Moro, Joselito Fernández, Eduardo Clavijo, El Torombo, etc.

Fundador y componente del grupo “Jóvenes Gitanos”, con el que ha compartido escenario con artistas de primer nivel tales como Cherokee, Raimundo Amador, Deus, Anarquistas, etc.
Además, con este dúo ha intervenido en diez o doce ocasiones en diferentes programas de Canal Sur Televisión, y Canal 2 Andalucía.

Participó en el programa “Festival” de Canal Sur TV representando a Ronda.
Ha colaborado en la banda sonora de la película “Machín toda una vida” con una versión flamenca del tema “Un compromiso”, versión por bulerías, y recientemente ha grabado en Polonia un disco flamenco acompañado por la excelente guitarra de Agustín de la Fuente, y la gran percusión de Ricardo Espinosa, que lleva por nombre “Arzapúa”.