El ladrón arrepentido

Toda la vida he robado
pa satisfacer mi empeño
he robado, ya lo sé
pero siempre con talento
Una vez me equivoqué
por andar a rienda suelta
me prendieron, ay de mi
a la cárcel, cosa hecha
Al poco tiempo salí
seguí en esta tesitura
pero cuidado, no menos
no fallar en cosa alguna
Consejos recibí mucho
de gente muy allegada
retrocede en tu camino
limpia tu faz tan marcada
No hice caso a tales modos
de guías y consejeros
era mi placer devoto
el cambiar, era el reverso
Tampoco yo desistía
en la inmundicia creada
soñé solo con robar
aquello que me antojaba
El hurto en aquel entonces
eran afanes revueltos
una andadura perversa
un singular magisterio
Luchar contra ese destino
que en mi vida acontecía
revulsivo intolerante
de lo cual me resarcía
Para mí no era decente
bajo juramento explico
que por condiciones netas
sustrajese una maleta
o apoderarse de un bolso
Entra por la casapuerta
de una casa cualesquiera
y sin que nadie me viera
salir corriendo muy airoso
antes de que me cogieran
Pasó una idea alumbrante
por mi enrarecida alfombra
me acusaba desidioso
regenerarme, podía
reencarnarme en otro ser
una figura perdida
y que por muchas venturas
lo pasado fenecía
Oh arrepentimiento
de un ladronzuelo infeliz
que en propio convencimiento
moraleja extendí
Oh regeneración tan llena
ansiante y dichosa
ejemplos tan elocuentes
que seguirán muchos hombres
que por causas ignoradas
llegaron a maldecir
acusándose a su casta.

Blas Lamas Barriga