26 de octubre de 2006

Tertulias de Poesía
en el
HOTEL ACINIPO

Organiza:
Colectivo Cultural "Giner de los Ríos"
Colabora
UNICAJA: Fundación Ronda

Coordinada por:
ANI ROSILLO

Homenaje al Rapsoda Rondeño
DON RAFAEL LOBATO FERNANDEZ

Música a cargo de:
Esmeralda Espinosa Martín, soprano Malagueña
Acompañada por FELIX RODRIGUEZ, al piano

Exponiéndose las pinturas de:
Joaquín Atienza Peñalver






Rueda de Prensa


Doña María Lobato y Responsable del Colectivo


La tertulia a la que yo asistí:

HOMENAJE A RAFAEL LOBATO FERNANDEZ

La Tertulia de Poesías "El Cinco a las Cinco" brindó el último jueves de octubre, un homenaje a un gran rapsoda rondeño.

Han pasado treinta y tres años desde que Rafael Lobato Fernández se marchó. Pero el tiempo no ha borrado el recuerdo de tan singular persona. Así lo demostraron los numerosos amigos y familiares, reunidos en el hotel Acinipo, como siempre decorado para la ocasión con la excelente obra de Joaquín Atienza, suegro del homenajeado, que por primera vez mostraba sus cuadros al público.

Nacido el 14 de junio de 1907, desde muy temprana edad, Rafael demostró importantes cualidades de interpretación. En el colegio siempre se le solicitaba para presentar cualquier evento que se producía. Más tarde, junto a otros amigos fundó la peña "Juventud Rondeña" hasta que encontró su verdadera vocación en la poesía. Se atrevía con todo…un 27 de abril interpretó nada menos que dieciocho poesías de reconocidos poetas, en un recital.

Rafael tenía un negocio de droguería y perfumería en calle La Bola. Su hija María cuenta que cuando alguien llegaba a la tienda y hablaba de poesía, enseguida lo hacía pasar a la trastienda y terminaba recitando el tema que le proponían con la simpatía y sencillez que le caracterizaba.

Conocía a muchos poetas y todos le dedicaban algún poema, como en el libro de INTIMIDAD de Nicolás Fontanilla.

" Amigo antiguo y fino, como los vinos buenos,
espíritu selecto porque lo quiso el hado,
cantor poeta ilustre del verso noble y bravo
de la Castilla madre y el andaluz sin par.
A ti, con mis saludos, ese Curro Guillén
Que Góngora, sin duda, y sin saberlo,
A ti ya destinaba al crearlo feliz,
Pues que sólo a un ahijado de musas bien propicias
Podía confiárselo el decirlo cual tu,
Buenas fueron las hadas de otros recitadores,
Y les favorecieron con este o aquel don,
Más tú para nosotros eres mejor y único,
Ungido, por rondeño, con la gracia de Dios."

Pedro Pérez Clotet, también amigo suyo tuvo un recuerdo para Rafael en su libro " Invocaciones". Durante el homenaje Daniel Pérez-Clotet recitó la profunda poesía de su padre.

Estuvieron en la mesa redonda, recordando a Rafael Lobato, su hija
Maruja y sus amigos Rafael Narciso Molina y Daniel Pérez-Clotet. Andrés Castillo, aunque ausente por motivos personales, también nos envío una carta que, como sus amigos recordaba la personalidad y el trato que tuvo con Rafael Lobato.

"Pienso que a este gran hombre y gran artista, nos es suficiente homenaje el rotular una calle, ni una plaza, ni siquiera una avenida ajardinada. El mejor tributo a su arte inigualable, es el guardar en lo más profundo de nuestros corazones, como un tesoro escondido, la admiración sincera de todos los aficionados.
No he pretendido ni hacer una apología, ni ensalzar a un personaje singular, sino, simplemente y con torpes pinceladas hacer un esbozo de la figura que fue: RAFALITO-RAFAEL-DON RAFAEL. Un hombre que no se conformó con ser sólo rondeño, sino que quiso y lo consiguió, ser de Ronda, tal cual lo dejó escrito el poeta Moreno Galván:

"No hay quien iguale a un rondeño cuando extiende la mirá,
Son los serranos de Ronda como el águila reá."

Entre el público, otro amigo Alfonso Ganancias expresó a través de su escrito su sentir hacia el rapsoda.
"Han pasado tantos años, y aún resuenan en mis oídos tu solemne voz, en mi vista tu impresionante personalidad, te recuerdo Rafael, recitando "Feria de Abril en Jerez y otras maravillosas obras en el teatro Espinel, esa función de Arte y Poesía era el delirio."

Otros amigos quisieron compartir sus propias vivencias, contándonos anécdotas que delataban la enorme humanidad de esta persona.

En su carta Rafael Narciso Molina, uno de los más populares locutores de la primera emisora de radio rondeña (SIS-16) le decía así:

" ..Y estabas ahí arriba buscando una rima, un verso oportuno Y me lo susurraste al oído, suavemente. Cadenciosamente.
Y a mi oído me dijiste "La poesía es mía, sólo mía"
Y me lo dijiste para que no se me olvidara nunca.
"Oye para mi y para los míos, tengo muchas cosas que decir.
Y en esto, te parezca o no, la poesía era y es mía. La poesía soy yo.
Y me dijo también: "Me llamo Rafael….como tu"

Los momentos más emotivos se dieron cuando escuchamos la última grabación de Rafael. Su voz, aunque algo distorsionada como comentaron algunas personas, llenó la sala con suaves matices aterciopelados, llevándonos de paseo por el Parque de Maria Luisa. Vivimos y disfrutamos la feria de Abril de José María Pemán, el Romance de Curro Guillén de Manuel de Góngora, nos trasladó al pasado…

La maravillosa voz de la soprano malagueña Esmeralda Espinosa, acompañada al piano por el profesor Félix Rodríguez, pusieron el broche de oro a este merecido homenaje.

Ani Rosillo



Daniel Pérez-Clotet, Rafael Narciso Molina, hija de Rafael Lobato Fernández y Ani Rosillo

Adhesiones al Homenaje

 

Rafael Lobato, viejo amigo.

Hola Rafael. Te he visto, palabra
He visto un pájaro y… te he visto
Estabas volando, dando ráfagas, de arriba abajo
Venías del cielo, donde estás, y –desde arriba- bajabas, a ras de tierra, buscando no se qué. Dabas vueltas y vueltas, ráfagas y ráfagas, desde el cielo, buscando a Ronda. Tu Ronda. Venías, desde arriba, viendo a los grajos, donde no los ve nadie. Es que tú eres un enviado del cielo. Y, Tajo izquierda y Tajo a la derecha, viendo las casas que cuelgan, y el Guadalevín allí abajo. Mirabas a Padre Jesús.
Rafael; traías en alas un encargo de vistas de colores…Y un mensaje:
Era lo tuyo: una estrofa, un verso, un recuerdo. Y tu mente vacilaba entre dárselo a la gente, o quedarte para ti y para los que admirábamos y te admirábamos. Tu mente daba vueltas entre dejárselo a Ronda, o llévatelo para ti y para los tuyos. Y ahí quedabas, volando, viendo a Benito en su museo colgante, o bajar a Padre Jesús y sus fuentes. Que se fuera disuelto en el agua, y discurriera, y se fuera, divulgando tu poesía: lo tuyo. En lo que soñabas. Tu cerebro dando vueltas, lo recibe bonito.
Luego te parabas a la puerta de la Plaza de Toros. Y te quedabas quieto. Porque estabas boquiabierto, soñando con Pedro Romero una imposible faena de maestro.
Y más tarde, siempre soñando y volando –pájaro poeta- te dabas un paseo por la calle de la Bola, escuchando muy quieto la última cuerda inventada por Vicente Espinel. Todo despacio, muy despacio.
Saludabas a Paquita Aguilar, su hermana Mari, su marido Tomás…Te habías dejado atrás a Emilio, su tienda y su babero. Los hermanos Rincón, entre telas e ilusiones, el bar. Maestro, amable y parlanchín. Los muebles Domínguez, mitad historia y revoltijo de reformas. Y Victoriano, ultramarinos todo comestible, pasando, casi de largo, por Antonio Vázquez –sus libros y sus bancos- y una Paquita Fernández, con sonrisa eterna y conocimientos literarios hechos charlas. Pasaste de largo saludando a Ricardo Navarrete, que sabia de todo menos que había de morir pronto.
Saludaste a Don José Parra Grossi, al Casino, a la casa de Enrique castillo, su casa, y casi al lado a los Serratosa.
Estabas volando, subiendo, y bajando, calle Jerez arriba, y te encontrases sin saber como con Zino Viti, rodeado de piedras antiguas y recuerdos de Italia, Más allá el siempre sonriente multipadre Andrés Castillo.
De pronto, en vuelo alto, te quedaste un rato inquieto por saludar a Mateo y Miguel Ángel Torrealba…y te volviste a parar. Como pensando. No, de verdad. Pensando sus notas mágicas…Y tus poemas. Acababa de pasar Juan de la Rosa, repartiendo promesas, saludos y sonrisas.
Yo me quedo buscando dónde te habrás escondido. Y estabas ahí arriba buscando una rima: un verso oportuno. Y me lo susurrase al oído, suavemente. Candeciosamente.
Y a mi oído me dijiste “la poesía es mía, solo mía”. Y me lo dijiste para que no se me olvidara nunca. “Oye para mi, y para los míos, tengo muchas cosas que decir. Y en esto:
Te parezca o no, la poesía era, y es mía. La poesía soy yo”.
Y me dijo también: : me llamo Rafael… como tu”

Rafael- Narciso Molina Campos




RAFALITO
(Buen Hijo)
RAFAEL
(Esposo Fiel)

DON RAFAEL
(Excelente Padre)

(INSUPERABLE ARTISTA)

No es tarea fácil reflejar en breves palabras la personalidad de "dos en uno" o "uno en dos".
Así lo definiría yo.

Corrían los años 1938-1939. por aquel entonces, llenaba los teatros de España y de la América Latina un Rapsoda que no usaba pseudónimo, se anunciaba con su nombre de pila y sus apellidos: Pepe González Marín, el de cartaza. En cierta ocasión, vio y oyó a Rafalito recitar; sí, recitar, porque él no se atrevía a llamarse a sí mismo rapsoda, ni siquiera poeta, o versificador, pues éste -inspirado por las musas, escribe-, diseña; pero el recitador ha de meterse en el corazón de las palabras, si es que las palabras tienen corazón. Pues, como digo, el gran rapsoda, le propuso llevarlo en su trouppe, y no aceptó. ¿Por qué? Pues, sencillamente, porque su madre ( que vivía en la calle Jerez) estaba enferma y su amor filial no le permitía abandonarla
(¡Buen Hijo!).

A lo largo de su dilatada vida artística, tuvo multitud de ofertas similares, o si cabe, mejores; pero, en la presencia de Dios, había prometido a Paquita Ordóñez amor hasta que la muerte los separara. Tampoco esta vez aceptó (¡Esposo Fiel!).
Sigue en su trabajo cotidiano; en sus pinturas -que las hacia como nadie, porque todo lo hacía bien- y continúa sin escuchar los "cantos de sirena". Él se había propuesto crear una familia cristiana y ¡afuer, que lo consiguió! (Excelente Padre).

Aclarada estas tres cosas, voy a intentar lo que dije al principio de este, digamos, relato. Los rondeños sabemos muy bien cómo los salesianos infunden a sus alumnos la afición al "BUEN TEATRO". Es una tradicional costumbre que ha dado muy buenos frutos.
Acuden a mi memoria algunos nombres de "los mayores", a quienes nosotros, "los pequeños", admirábamos y tratábamos de imitar: Rafael Salcedo -Paco Santos- Cayetano Chantar -Crespillo- Jiménez Mier (¡qué maravilla de interpretación en El Divino Impaciente!).
Tras ellos una nueva generación con quienes casi nos atrevíamos a hacer papelitos: Manolo Bellido -Manolo Ordóñez- Pepe Bullón -el inolvidable Ricardo Navarrete…
Pero Él, era siempre el colofón de todos, pues siempre actuaba en los fines de fiesta, a condición de que fueran benéficos; recitando, recitando sin esfuerzo ni descanso y " con la naturalidad que pone el viento que pasa", que diría el poeta murciano, Julio Álvarez. Y es que era capaz de hacer solo lo que, cincuenta años después, hicimos entre unos cuantos: Antonio Becerra - Juan Carretero-… etc.
Particularmente a mí -que ya tenía el veneno del teatro en mis entrañas- me resultaba imposible entender que una misma persona (con su baby color marrón verdoso) representara con tanta naturalidad su PAPEL DE DROGUERO; y luego, cuando sentía el chirriar del Telón de Boca del Teatro Espinel y el calor de los Focos de la Batería, se transformara -más aún, se transfigurara- y comenzaran de su voz y su gestos a manar los versos, como fuente inagotable: "La Pedrada", "El Embargo"… y, por excelencia, aquello de Pemán:
Feria de Abril en Jerez,
Rumbo y Elegancia de una Raza Vieja,
Que Gasta Diez Duros en vino y Almeja,
Pa Vender una cosa que no vale tres.

Fuimos creciendo los dos: yo en edad y estatura y él en experiencia, madurez…, hasta convertirse en UN MAESTRO.
Así le llamaba yo siempre, y me consta que le gustaba, aunque su sencillez no le permitió alardear nunca de su arte. Y es que, al llamarle MAESTRO, le afloraba su otra afición (¿Cuál va a ser siendo rondeño?). Vivía la antesala de la Corrida Goyesca con ilusión, que reflejaba en el escaparate que montaba en su ya propia tienda unos días antes. Ha sido el mejor cartel que ha tenido La Goyesca.
Rafael nunca quiso intervenir en lo que llamamos una Función de Teatro. Tendría sus razones, pero ni se las pregunté ni me las dijo nunca.

Cuando, por lo años cincuenta el Grupo de Teatro del Centro Obrero Católico, representó un día de Corpus, en la escalinata de La Merced, el Auto Sacramental "El Gran Teatro del Mundo"; le ofrecimos un papel y tampoco quiso aceptar: Antonio Vázquez, Bellido, Cañestro, Mercedes Ayala, Mercedes Iniesta, Paquita Fernández y servidor, lo echamos mucho de menos. Pero Él era así. Ya en los años sesenta, cuando el Grupo de Teatro de Radio Ronda, que yo dirigía, le ofreció un papel en Don Juan Tenorio, lo aceptó el ya Don Rafael, causando el asombro y la alegría a un tiempo de: Rafael narciso Molina, Angel de la Vega, Mercedes Iniesta, Celia Galán etc.

Por supuesto que no me atreví a pedirle que fuera al ensayo o lectura previa, pensando que no lo necesitaba. Y así fue; llegó a los estudios cinco minutos antes, los justos para probar el tono del micrófono y la distancia. Era un papel corto, de una sola escena: el del Escultor "Es una famosa historia, a la cual debo mi gloria"… Y ocurrió que nos arrasó a todos.

Aunque resulta para los lectores un poco deslavazado éste mi artículo, no quiero dejar de hacer una rectificación. Cuando intervine en el Recital Poético, al que ya antes me he referido, me atreví a censurar al Cabildo Municipal, porque aún no le había puesto su nombre a una calle.

Pero hoy pienso que a este gran hombre y gran artista, no es suficiente homenaje el rotular una calle, ni un plaza, si siquiera una avenida ajardinada. El mejor tributo a su arte inigualable es el guardar en lo más profundo de nuestros corazones, como un tesoro escondido, la admiración sincera de todos los aficionados, con mi deseo particular de que alguien coja el testigo. Si pensáis en Antonio Becerra…, pues sí, a el me refiero.

No he pretendido ni hacer una apología, ni ensalzar a un personaje singular, sino, simplemente y con torpes pinceladas, hacer un esbozo de la figura que fue: Rafalito- Rafael- Don Rafael. Un hombre que no se conformó con ser sólo Rondeño, sino que quiso y lo consiguió, ser De Ronda, tal cual lo dejó escrito el porta Moreno Galván:
"No hay quien iguale a un Rondeño
Cuando extiende la mirá;
Son los serranos de Ronda
Como el águila reá"

Desde Osuna, en la primavera del 2006

Su admirador y amigo
Andrés Castillo Maldonado

 



Ronda 26 de Octubre 2006

Carta a Rafael Lobato Fernández

Querido Rafael:
Recordándote han pasado muchos años, y me parece que fue ayer.
Yo era un niño de 14 años que dejaba la escuela para entrar en le mundo
del trabajo. Me colocaron en Droguería Carreño, años 1949-50; tu eras el encargado, yo entraba de aprendiz. Hasta entonces no había conocido a nadie como tú, Rafael, realmente eras un hombre bueno, ejemplo de vida para todos los que tuvimos la suerte de conocerte.
Han pasado tantos años, y aún resuenan en mis oídos tu solemne voz, en mi vista tu impresionante personalidad, y en mi mente tu humanidad. Te recuerdo Rafael, recitando “Feria de Abril en Jerez” y otras maravillosas obras, en el Teatro Espinel de Ronda; esa función de Arte y Poesía, era el delirio.
Hasta pronto Rafael, porque la vida es fugaz…gracias, muchas gracias, por tanto que aprendí de ti.

Un abrazo espiritual


Alfonso Ganancias


Esmeralda Espinosa Martín, soprano malagueña, acompañada por FELIX RODRIGUEZ, al piano


ESMERALDA ESPINOSA MARTÍN

Nace en Málaga en 1983, licenciada en Historia del arte por la Universidad de Malaga, comienza sus estudios de canto con Cecilia Gallego.

Posteriormente ingresa en el Conservatorio Profesional de Música Manuel Carra de Málaga, donde actualmente continúa sus estudios con Pedro Barrientos.

Ha recibido consejo de Isabel Rey, Isabel Penagos, Celsa Tamayo, Robin Bowman, David Mason, Stefan Sánchez y Ricardo Estrada, entre otros.

Desarrolla su actividad vocal en varias agrupaciones de su ciudad natal, perteneció al coro de Cámara Polymnia donde fue soprano solista, actualmente forma parte de la Coral Carmina Nova. También colabora con la compañía de ópera y zarzuela Teatro Lírico Andaluz.

Ha realizado estudios de música vocal contemporánea, dirección coral y pedagogía musical.

Actualmente, realiza la obra Misterio Bufo con la compañía Teatro Yo No.

Interpretando:

AN DIE MUSIK................................................. Schubert
KOMMT DICH MACHMAN...................................Brahms
ICH LIEBE DICH.............................................. Grieg
DESPUES QUE TE CONOCÍ.............................. Toldrá
MAÑANITA DE SAN JUAN...................................Toldrá
MADRE, UNOS OJUELOS VÍ...............................Toldrá

 

Félix Rodríguez Gutiérrez

Comienza sus estudios de piano en el Real Conservatorio Superior de Madrid con los profesores Almudena Alemany, Margarita Degeneffe, José Luis Fajardo y Ángela Rentaría, con la cual termina la carrera teniendo siempre altas calificaciones.

Así mismo, es también profesor de acordeón y licenciado en Historia por la Universidad Autónoma de Madrid.
Ha recibido consejos de importantes pianistas: Lázar Berman, Arie Vardi, Yatsuko Mitsui, Ivo koch, Guillermo González, Manuel Carra, etc. Amplia estudios en Austria con Ángel Berrocal y José Francisco Alonso, siendo éste último el de mayor influencia en su estilo.

También estudia música de cámara en Londres con David Ravenscroft y el trío de cámara inglés.
Desarrolla una intensa labor concertística y pedagógica, siendo actualmente pianista acompañante de canto.


Pinturas Joaquín Atienza Peñalver


 

María Lobato y su esposo, Joaquín Atienza, junto al retrato de Rafael Lobato Fernández

 

 

Álbum de recuerdos



En preparación
descargue aquí el programa Adobe pdf

 

Próxima tertulia


Jueves, 30 de noviembre de 2006

 


 



Biografía | Tertulias | Actividades | Publicaciones | Bibliografía | Album