Junio de 2003


Entrevista a Doña Asención Tejerina,

Gran Maestre de la Gran Logia Simbólica Española

Europasur digital
http://www.europasur.com/pg030613/lalinea/lalinea204637.htm

Entrevista de Juan José Téllez
- Homenaje a Ángel María de Lera

La Linea

“Muchos llegan hoy a la masonería gracias a Internet”

Sevilla. “En La Línea, también vamos a debatir el tema de la guerra o el tema de la paz, que viene a ser lo mismo porque si educas por la paz educas en contra de la guerra”, declara Ascensión Tejerina cuando va a emprender viaje hacia la ciudad campogibraltareña, y añade: “El domingo, celebraremos allí una tenida blanca, abierta, con una conferencia sobre la inmigración. Son dos temas sobre los que los masones nos pronunciamos. Creo que los masones a nivel individual y la organización a nivel colectivo, tienen que pronunciarse sobre temas tan importantes como puedan ser la globalización o como pueda ser el desarrollo. Esto es, un pronunciamiento a favor del desarrollo integral de la persona, no sólo el económico. Se están olvidando los valores”.

¿Qué prefiere que se le llame Presidenta de la Gran Logia Simbólica de España, o Gran Maestre?

A mí me gusta más presidenta, porque si lo va a leer la gente de la calle es realmente el cargo que ocupo, el de presidenta. Lo de Gran Maestre hay mucha gente que no sabe realmente ni lo que quiere decir.

¿Está anticuada la imagen y el léxico de la masonería, quizá por su discreción?

Yo pienso que, precisamente, en España, es difícil ser anticuado siendo masón, porque volvemos a ser legales otra vez en el año 79, a podernos registrar como asociación. Por lo tanto, llevamos unos veintidós o veintitrés años trabajando aquí, no es muy antiguo. Pero si es la imagen total de la masonería, tampoco pienso que esté anticuada. Quizás habría que cambiar algunas cosas, algunos signos externos que nos vienen de una época diferente, pero lo que es el concepto de masonería, el método masónico yo creo que no. Es el estudio del hombre, el conocerse a sí mismo y a los demás, eso jamás puede quedarse anticuado.

Pero la merchandise del rito, si me permite la expresión, ¿no habría que remozarla?. ¿No desvirtúa la esencia masónica, tanto mandil, compás y palaustres?

Quizás los mandiles, los collares y las bandas, que no son más que símbolos para distinguirse lo que a veces son unas organizaciones de otras a nivel nacional, símbolos que se utilizan dentro de la propia organización y no habría mucha importancia en cambiarlo. En cuanto al compás y la escuadra, no, porque parte del método está basado en ese simbolismo, en todas nuestras herramientas. El significado que tenía antes quizás la plomada, pasa a tener otro significado distinto, pero sigue siendo actual. Es verdad que muchas veces pensamos que con los sistemas de medición que hay hoy en día quizá tendríamos que cambiar algunas de esas herramientas. Pero el compás y la escuadra siguen siendo tan válidos para medir la moral o los valores del hombre; hoy como antes.

Frente al sambenito de sociedad secreta, ustedes proponen la alternativa de sociedad discreta, que choca con el hambre de transparencia de una sociedad democrática, ¿la tenida blanca es una puerta suficientemente abierta para que los profanos se aproximen al mundo masónico?

En la masonería, se ha hablado siempre del secreto y yo creo que hay dos secretos. Uno, un secreto casi obligatorio en España por la persecución que hubo. Ni siquiera hubo secreto porque la masonería desapareció. Pero cuando empezó otra vez a funcionar, un masón tenía problemas porque podía perder el puesto de trabajo y en el ámbito familiar no era bien visto. Hoy en día, ese decreto ya no tiene validez porque estamos en una sociedad democrática. No debería de ocurrir nada por decir que eres masón. Tienes todo el derecho a serlo dentro de esta sociedad. Hay otro secreto y pensamos que es difícil explicarlo. Porque es la propia vivencia. Si no vives algo, por mucho que te lo expliquen, nunca podrás llegar a comprenderlo en toda su esencia. Yo te puedo explicar qué es leer, pero si tú no aprendes a leer, difícilmente podrás saber qué es leer. Tú tienes que aprender tus propias experiencias para realizarlas y hacerlas tuyas. No vale que nadie te la cuente. De alguna forma, tienes que ser dueño de ti mismo, vivir por ti mismo y no dejar que otros te vivan. Ese secreto nunca podrá ser contado. Que lo vivan, entonces pueden descubrirlo. En cuanto a lo que decimos que somos discretos, yo creo que exactamente igual que cualquier otra sociedad. A mi no se me ocurriría, en Sevilla concretamente, ir a una reunión de su junta directiva sin ser socia, primero porque me iban a decir que no puedo entrar y porque no tengo ninguna preocupación por lo que decidan dentro, si yo no soy socio. A veces, no se respeta el derecho de toda asociación a reunirse a solas para sus trabajos administrativos. Creo que hemos dado paso a los medios de comunicación para que veáis los templos, habéis estado en tenidas blancas, en otras reuniones. ¿Qué diferencia a una tenida blanca de una tenida normal? Pues, a veces, ese ámbito administrativo que la propia Constitución nos ampara para tener nuestra privacidad como cualquier otra asociación.

La gente está más acostumbrada la reunión de una directiva de fútbol que a las tenidas de una logia. ¿Cuál es el trabajo masónico en los talleres?

Hay un ritual. Cuando trato de describirlo, lo comparo a un mapa, a un plano de una ciudad para moverte por ella. Cuando llegas a una ciudad nueva, difícilmente te puedes mover sin un plano. El ritual es como ese plano que, de alguna manera, nos enseña a movernos por nuestros sentimientos, nuestras ideas, por todo ese mundo interno que nosotros tenemos. Una manera de comprender lo que es el ritual es ese plano que nos gestiona la parte emocional. No hay nadie que nos diga como hacerlo. Vamos descubriéndolo dentro, nosotros mismos. Dentro del ritual, hay una parte totalmente administrativa y otra de debate, con trabajos hechos por los hermanos que pueden ser de tipo social, de tipo simbólico, una inquietud que tenga una persona, que haga un trabajo escrito. Eso genera un debate. Recuerdo que hace poco en unas jornadas en Sevilla, había un historiador que decía que de alguna manera lo que hoy es el Parlamento es una copia de lo que anteriormente había sido la masonería en las logias. Esa gestión de la palabra, de no poder hablar cuando quieres, de tener que respetar al otro, de pensar antes que hablar, es parte de ese ritual. No hay nada más. En cuanto al misterio, los rituales están publicados todos.

¿Qué barbaridad mayor ha escuchado sobre los masones?

Muchas. No podría en corto tiempo decir todas las barbaridades que se han dicho de nosotros. Que somos un lobby o un grupo de poder. Difícilmente en España, tres mil masones hoy en día pueden ser un grupo de poder. Además, de todas las capas sociales. En un grupo donde están todas esas capas, diferentes maneras de pensar, diferentes creencias, puede ser compacto. Lo que más define a la masonería es la libertad de la persona para tomar sus propias decisiones. He oído lo del lobby, pero no es tan grave que lo digan. Pero también he oído que hacíamos misas negras, que matábamos a gente… En España, se han dicho tantas cosas de nosotros que de haber sido verdad hubiera sido imposible mantenerlas ocultas. Por suerte, los historiadores hoy han demostrado que no es cierto. Hay historiadores que han escrito muchos libros, que han investigado mucho y han descubierto que no era cierto lo que se decía de nosotros.

Tres mil masones y divididos. ¿Qué relaciones mantienen con la Gran Logia de España?

Me gusta decir que más que divididos, somos plurales. Creo que una de las riquezas de la masonería es su pluralidad. No veo mal ni tiene por qué haber enfrentamientos porque haya organizaciones distintas, con un proyecto distinto, pero con los mismos símbolos, el mismo método y la misma idea de trabajo. Dentro de lo que es España, las dos más importantes es la Gran Logia y nosotros, hay diferencias. La Gran Logia de España es masculina. Nosotros somos mixtos pero plurales, porque pueden haber logias masculinas, femeninas o mixtas. En la Gran Logia Simbólica, no es obligatoria la creencia de Dios. En la Gran Logia, si. Aparte de esas diferencias, el trabajo es el mismo. Por lo tanto, no tiene por qué haber un enfrentamiento sino diversas visiones.

¿Han coincidido al reclamar el patrimonio masónico?

No hemos coincidido por una razón, porque nosotros no reclamamos el patrimonio. Otra cosa, bueno, es que si el Defensor del Pueblo se pronunciase y se decidiese que hubiese una devolución, la aceptaríamos pero para devolverla otra vez al pueblo. Si hay una devolución del patrimonio, que sea para convertirse en centros culturales, en bibliotecas, en lo que pudiéramos hacer, en ayudas a ONGs. Yo pienso que la masonería que hay ahora no es la heredera del patrimonio de antes. Todo estaba a nombre de personas y quizás los herederos sean los hijos y los nietos de aquellos que mataron, de aquellos que fusilaron o tuvieron que irse afuera. El patrimonio que nosotros reclamamos es el patrimonio del honor. El nuestro lo tenemos que ganar nosotros. Me refiero al honor de aquellas personas que fueron muy difamadas y no ha habido un pronunciamiento por parte del Estado o por parte del Gobierno, diciendo que era mentira todo lo que se dijo de ellas. Y si no se les restituye ese honor, los hijos y los nietos de aquellas personas, pueden tener alguien en la familia que piensen que no tenían honor porque fueron juzgados y fusilados, a veces peor que un criminal, por sus ideas filosóficas mezcladas a veces con las ideas políticas. El patrimonio de la memoria es para ellos y es lo que nosotros pedimos.

¿Qué piensa su familia sobre su compromiso con la masonería?

Mi marido es masón también. Toda nuestra familia y nuestros amigos lo saben. Incluso si hacemos nuevos amigos, lo decimos. No tenemos ningún problema en decirlo, como si pertenecemos a cualquier otra organización. Toda la familia participa con un respeto que siempre han tenido hacia cualquier cosa que yo he decidido hacer.

Quien quiera ingresar en la masonería, ¿tiene que esperar a que alguien lo presente?

Antes tenía que ser presentado, pero desde hace mucho tiempo no es así. Muchos llegan a través de Internet, que es una de las vías más abiertas para el conocimiento de la gente. Otros llegan porque te conocen, porque escriben al apartado o a tu dirección una carta. Nosotros nunca le diremos a alguien que entre en la masonería. Nunca haremos proselitismo. La persona es la que tiene que decidir entrar.









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