MAR DE ILUSIONES

Mis sueños
con anclas de papel
se sujetan.
Cual flor de agua
estrellada entre rocas,
con gemidos de espuma
ocultos en caracolas.
Rizos blancos que se hacen y deshacen,
profundas raíces negras,
donde la melancolía viaja
cabalgando sobre crestas.
Oleaje, empuje divino guiado,
por el canto de sirenas.
¡Ay ilusiones rotas por tempestades,
creando voces, gritos y sueños oscuros!
¡dejadme que viva!
Ya no siento zarandeos
sólo la inmensidad ondulante
donde se diluyen las quimeras
y en tierra mueren sin homenaje.
Perenne verdor infinito,
contigo reflexiono y pienso.
Unas veces con los ojos húmedos,
otras con los ojos secos. 

 Alicia Diez

SEQUIA

Acude a mi corazón marchito,
con lluvia y canto.
Ya los pájaros no sostengo,
mis hojas se están secando.

Al contacto con el aire
deseo mover los brazos,
pero músicas calladas
están a punto de cotarlos.

Mis pies en el suelo escondo.
Hasta las nubes mi copa llega
¡No me dejéis marchitar,
pues mi final ya está cerca!
¡Ni os alejéis de mi
suplicó a las nubes negras,
y aunque su sed contemplaron,
alejándose sin prisa,
hacia otro lado miraron.

 Alicia Diez

SEMBRÉ UN SOL EN LA NIEVE 

La fría tarde de invierno
no amilanaba el placer,
que sonreía en mi pecho.
¡Iba a recitar poemas
para lanzarlas al viento,
junto a las personas libro
que amigos y compañeros!
Nos envolvía un sentir.
Con las miradas al cielo,
se unían nuestras palabras
transformadas en luceros.
Sus hermanas, las estrellas,
que pronto las convirtieron
en multitud de colores,
para todo el universo.
Los viandantes no sabían,
se paraban, ¡que embelezo!
¡es poesía en las calles,
por favor, estar atentos!
Decían unos a otros!
Jamás disfrutamos esto.
Es cómo un sol en la nieve
regalando sus reflejos.
Que silencio arrullador
envolvía ese momento.
El eco de nuestras voces
alrededor de sus cuerpos,
nos hacía sentir algo,
algo que estaba muy dentro.
Que complicidad existió
de unos a otros cerebros.
Ya fundidos en abrazos
se terminaba el concierto,
inundados por el sol,
en una noche de invierno.

Ana Becerra Ruiz

MANTILLAS

Mantillas que hechas de versos
retenéis tanta pureza,
que vais regalando vida
con vuestro amor y grandeza.
Este es un homenaje,
por vuestro brillo de estrellas.
y nosotras os lucimos
en alegrías, y en penas .
Si escuchamos verdiales,
es que ha llegado la feria.
Y a una moza engalaná
se le acaba la paciencia.
¡Que no viene mi galán!
¡Mira, sube la calleja!
El mozo sueña requiebros
para ese amor que le espera,
envuelto en mantilla blanca.
Y él ataviado de fiesta
hacia los toros caminan,
¡que vibra la malagueta!
Que embrujo, pasión, tronío.
El sol a todos calienta
en esa tarde triunfal,
y ese toro que se aleja.
¿Y después? ¿después? espera.
Alegres carrozas llevan
a las mozas andaluzas,
que lucen como banderas,
esas mantillas de blonda,
bordadas por las abuelas.

Ana Becerra Ruiz