LA CITA
Te espero a las siete.
¿dónde?,
ponte muy guapo,
¿por qué?,
quiero decirte algo importante,
no me preguntes más.
¿Llevamos el coche?,
Ni coche, ni carabina,
Hasta ahí podríamos llegar.
Quiero que sepas,
a la misma hora,
y en el mismo lugar,
un día 21 de septiembre,
como hoy, casi por casualidad,
lo siento, lo feliz que soy,
que también en el otoño de mi vida,
que acabo de estrenar,
mi amor es presente,
y sus hojas, mis sentimientos más firmes.
Por favor, sé puntual,
¿pero dónde?
¡Ah, y ponte guapísimo!
¿por qué?
porque quiero hacerme una foto a tu lado,
al atardecer,
con los últimos rayos de sol,
¿dónde?,
allí donde un día mis padres se la hicieron,
donde tú y yo nos conocimos,
en La Alameda del Tajo,
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en ese paseo tan rondeño,
oliendo a celindas, rosas y más celindas
bajo ese cielo tan limpio,
casi como tu mirada,
¿te acuerdas?,
¿me lo estás preguntando,
me dejar hablar?,
te quiero por todo,
por lo que me das,
por lo que me niegas,
te quiero por saberte mía,
por sentirte tuyo,
por sorprenderte cada día.
Vestido con mis mejores galas,
acudiré a la cita
a las siete en punto,
como cada tarde,
pasearemos por nuestro jardín preferido,
como cada tarde.
También allí,
en La Alameda del Tajo,
me sentí muy hombre a tu lado.
Acudiré a la cita,
y ya te digo sí,
a todo lo que me pidas.
Carmen Rodríguez Rodríguez
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