En Ronda
Los grajos le dan forma al vacío
y el sonido al silencio,
viento, luz, claro, alto, negro;
el rojo con el blanco.
La sierra es un paisaje de nubes azules,
un instante,
sorprendido,
en su movimiento etéreo,
la tarde absorbe las formas,
se desliza en un bello equilibrio
de transformación hacia la noche.
Otra vez la luz, redonda, breve, leve,
el color se queda quieto, sube, viene;
viento, luz claro, alto, negro.
en Ronda,
los grajos le dan forma al vacío
y el sonido al silencio
Ana |
DESPUÉS
DE TODO
Trabajar en tu seda. Que los signos
se callen.
Acallar la conciencia,
el blanco, los susurros
que tu huella describe, la conciencia
del gemido, la tregua
bárbara, las palabras.
Tatuar en la piel su resistencia
sobre este cuerpo de años escapados.
(Tan sólido tu hueco, tan sombrío).
Tinta dulce tu voz.
Impartir los deseos,
la ignorancia del tiempo, las gotas de esta lluvia.
Olvidar los poemas
y estar juntos un rato.
Y constatar la piedra, tibia y lejana piel.
Navegar en tu fondo, manchar la
voz de blanco
y los dedos de liquen. Naufragar dulcemente,
estrenar tu silencio, después de tantas cosas.
Francisco. J. Díaz
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