Actividades y Tertulias
 
MILENARIO, RONDA-IES.Rodriguez Delgado-charla-conferencia “LOS CLEPSIDRAS”

 


En el mes de clausura de las actividades con motivos del MILENARIO REINO TAIFA DE RONDA, organizadas por el Colectivo Cultural Giner de los Ríos.

El día 11 de diciembre en el IES: “Rodríguez Delgado”, a las 12,45 horas.

Don Tomas Gómez Camarero, presidente de la Asociación Astronómica de Ronda “ABBÁS IBN FIRNÁS”  y profesor del centro, implanto una charla-proyección los alumnos del Centro.

Lo atractivo del tema mostro la atención de los alumnos y la cantidad de preguntas que motivo la ampliación del horario de la actividad


 



ALUMNOS ASISTENTES



TOMAS GOMEZ IMPLANTANDO LA CHARLA-PROYECCION
 


“LOS CLEPSIDRAS”

(relojes de agua Árabes)

Fue construida por el sultán Abu Inan Faris de la dinastía de los Benimerines o Meriníes coincidiendo con los últimos días de la edificación de la madrasa.

Su construcción finalizó el 14 de Yumadà I del año 758 de la hégira (6 de mayo de 1357 de la era cristina). En su interior albergaba un reloj de agua o clepsidra. Ali Ahmed Tlemsani (Alí ibn Tlilimsaní), el relojero “muwaqqitNota 1 ” y astrónomo del rey Abu el Hassan fue el encardo de supervisar los trabajos de construcción.

Los elementos arquitectónicos aún visibles no permiten discernir bien el mecanismo de su funcionamiento.

Sin embargo a partir de los vestigios aún existentes, de los que aún podemos observar en la fachada las 12 ventanas acabadas en arco, por las que seguramente aparecían autómatas, y las 13 plataformas sobre las que apoyaban 13 cuencos de bronce, parece deducirse que el reloj funcionaba según el sistema de las horas desiguales. En este sistema de origen griego, la hora se entendía como la doceava parte del arco diurno recorrido por el Sol, dado que tal arco varía a lo largo del año, la duración de la hora también varía.

Presumiblemente, el reloj era accionado por una especie de carrito que se deslizaba de izquierda a derecha por detrás de las doce puertas.

El carrito debía estar atado por un extremo a una cuerda de la que colgaba un contrapeso y por el otro a una cuerda de la que colgaba un flotador situado sobre la superficie de agua de un depósito que se vaciaba de forma regular.

A medida que el agua de la cisterna se vaciaba a través de un tubo de desagüe situado en la parte inferior del depósito, el flotador de madera descendía impulsando el carrito por medio de cuerdas y poleas y haciendo abrir las ventanas.

De cada una de estas ventanas se liberaba una bola de metal que caía en caída libre sobre un tímpano metálico, indicando así la hora del día. Por la tarde el relojero o muwaqqit volvía a poner las bolas metálicas en su lugar y ajustaba el reloj para el día siguiente.

Las vigas o canes que se proyectan hacia el exterior del edificio por encima de las ventanas son idénticas a las vigas de la madrasa de Bou Inania y sostenían un pequeño tejado que protegía a las puertas y cuencos.

El reloj habría sido abandonado hacia el final del reino de los Meriníes, hace cinco siglos, y desde entonces ha permanecido mudo. Pese a haber sido objeto de numerosas investigaciones, desgraciadamente ninguna persona hasta la fecha ha sido capaz de volverlo a poner en marcha.

La parte más importante “Al Fara”, el broche, se cree que estaba fabricada en oro macizo y nunca ha sido reencontrada.

El mecanismo del reloj está actualmente siendo reconstruido por ADER FES (Agence pour la Dédensification et la Réhabilitation de la médina de Fès) una fundación para la reconstrucción de monumentos de Fez.

La asociación tiene el ánimo de realizar una copia en el seno de su sede situada en la calle Moulay Abdelmalek, en el barrio de Tal’aa. Los cuencos fueron retirados en el 2004 para su restauración.


 
 



 



 

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