Poemas de Miguel Ángel Rincón Peña
	VOSTOK (EL UNIVERSO ENTRE NOSOTROS)
	Miré por la ventanilla
	y en medio de la fría oscuridad,
	a lo lejos, vi el planeta azul.
	El Universo entre nosotros.
	Tú, a millones de kilómetros de mí.
	Yo, escribiendo versos a gravedad cero.
	Entonces, una antigua melancolía
	-tan antigua como la Humanidad-
	me llenó los ojos de lágrimas.
	AEROPUERTO
	No nos gustaban
	los sermones del domingo.
	Renunciamos a dioses,
	santos y vírgenes.
	Nos construimos
	nuestro propio paraíso
	en la habitación de un hotel.
	Lo que sí nos gustaban
	eran las noches en la ciudad.
	Por la ventana veíamos
	todas las luces de la urbe.
	Desde nuestro Edén
	inventábamos mundos
	a millones de años luz.
	También solíamos ir al aeropuerto
	con nuestras maletas
	cargadas de lluvia recién caída.
	Entonces, hubiésemos
	embarcado en cualquier avión
	con destino a cualquier parte.
	Hoy, ya no hay maletas, ni aeropuertos…
	LARGA NOCHE
	Anoche volvió a visitarme
	aquel rumor de antiguos
	sueños incumplidos,
	de promesas desesperadas
	y contratos sin firmar.
	Anoche, todos los fríos
	inviernos de mi vida
	-a los pies de mi cama-
	vinieron a pedir audiencia
	vestidos de pesadumbre.
	Prométeme, amor mío,
	que cuando la larga noche
	vuelva a visitarme
	cargada de vil oscuridad,
	tú, pequeño trozo de mar,
	estarás junto a mí, sentada
	con tu mano sobre mi mano.
	ERA NOCHE DE NOVIEMBRE
	Aquí nací, justo aquí,
	en esta ciudad soñada
	por insomnes viajeros.
	Era noche de noviembre,
	quizás incluso lloviera.
	Sí, las nubes -estoy seguro-
	me regalaron sin saberlo
	su fría y vigorosa lluvia.
	Era otoño en todos los hospitales,
	en todas las oscuras calles,
	en todas las alamedas…
	Era otoño en mi incipiente llanto.