Relato Corto "FRENTE AL ESPEJO"

María ya no sabe que hacer, cada día es una sorpresa una lamentación de cómo esta el mundo, alguna vez a optado por no leer el periódico, ni ver los informativos en televisión, pero siempre desiste, no sabe si por curiosidad de saber como esta su entorno o por lo que ella llama "obligación de todo ciudadano de estar informado", el caso es que son muchas las veces que se le mezclan los sentimientos de impotencia, desanimo, incredulidad. ¿No seria mas fácil vivir y dejar vivir?, por lo visto no.
Hoy, después de un telediario siniestro (¿hay alguno que no lo sea?) y mientras se peinaba para salir, se mira en el espejo y se le ocurre imaginarse cómo pensaría, como se vería si su nombre fuera otro y viviera en uno de esos países que están tan en el candelero de la actualidad. Meterse en la piel de todas esas mujeres, imágenes de pasada, que anónimamente, con su vida, llenan tantas noticias. Directa o indirectamente protagonistas, pero sin historia, tan ajenas a su vida pero, sin querer, presente en ella.
Si fuera Fátima y viviera en Afganistán.
"Me imagino con mi burka, azul intenso, como el azul del cielo que tanto miro, toda discreta, buscando evadirme, oculta en mi velo, si pudiera seria invisible, seria más fácil, pero lo hago por respeto, si, vale, también por miedo, ¿por que irritar a mi padre, a mis hermanos? ¿De que me sirve rebelarme? No llamo la atención, paso ligero, no molesto, que no me miren, que no me apedreen".
¿Y si mi nombre fuera Rezvan y viviera en Irán?
" Hoy tengo que salir a comprar, me cubro con mi Shadok y mi túnica, que no se me vean los tobillos, ya me han reprendido en la calle una vez y no fue agradable. Me pongo bajo  todas estas ropas tan sobrias, mi ropa mas europea y moderna, después de ir de compras vamos a casa de Roya a tomar un Té, estaremos todas, tenemos que animar a nuestra amiga, esta muy triste, por ser Baha'i no la han dejado entrar en la Universidad, primero le dijeron que si, luego que si renunciaba a su fe, ahora solo pueden ir los musulmanes. Intentaremos distraerla peinándonos y maquillándonos, nos gusta ponernos bien guapas, guapas por dentro, bien cubiertas por fuera."
¿Y si me llamara Mbie y viviera en Somalia o en Namibia?
Todo es tierra roja a mí alrededor, los sonidos que nos rodean son los del viento moviendo el polvo reseco o las lonas de las tiendas, de vez en cuando el eco de los camiones de ayuda, cuando vienen, cuando se alejan. No sé si esta más raida mi ropa o el paño que me sirve de suelo en mi tienda.
"Dios, existes? No me queda ni una gota de agua en mi cuerpo para llorar, veo que mi pequeño hijo se apaga, ya casi ni abre la boca. Recibimos ayuda de fuera. Somos muchos y la comida no nos quita la miseria ni la enfermedad.¿Dios, existes?"
¿Y si me llamara Rut y viviera en Tel Aviv?
"Este mes próximo tengo que servir a mi país, eso de estar en la reserva por un lado esta bien, es bueno para Israel, pero cada vez me siento peor cuando veo a todos esos palestinos, excluidos, gritándonos, insultándonos...........no me siento culpable, yo no les he hecho nada, pero ese muro.................no me gusta, no lo veo justo, pero tengo que callar y cada vez que tengo que cumplir con mi deber agachar la cabeza. Hace poco, una compañera vivió un incidente que la tiene deprimida, nos contó que en un control, un niño con su mochila no quiso parar para ser registrado, salió corriendo hacia la caseta del destacamento, le dispararon, con los disparos salió de dentro de la caseta un hombre...atónito, desesperado, no entendía porque su hijo estaba en el suelo, inmóvil... ¿por qué?"
¿Si me llamara Indira, viviera en la India y fuera de una casta inferior?
"En el suelo se encuentran cosas muy curiosas y a veces hasta valiosas, no es tan malo eso de andar y no levantar la cabeza, no vaya a ser que mire a la cara a alguien de una casta superior, se que soy menos que nada y mis labores son las mas ingratas, pero es lo que me ha tocado, así que si no me planteo otra cosa y cumplo con mi obligación, me dejaran tranquila. Una amiga me ha dicho que vayamos a un pueblo que esta a unos 100 Km., allí hay un sitio donde te dan un pequeño préstamo para que podamos compra materiales, se nos da muy bien hacer cestas y hay un centro internacional donde te compran tu trabajo sin mirar tu procedencia, sin considerarte impura. Me ha gustado la idea, saldremos caminando la próxima semana."
¿Si mi nombre fuera Anita y viviera en Cuba?
"Aquí la vida es una aventura continua, cada dia la doble tarea, trabajo mal pagado fuera y en casa............ni pagada ni agradecida, todo son esfuerzos y ninguna motivación, trabajo para subsistir y para no pensar.
Mi esposo todo el día en la calle, con los otros hombres, pasando el rato, ¿rato? Uno detrás del otro, solo espera a que yo llegue del trabajo, eso si, ¡soy su reina!.
No tenemos nada y no podemos esperar, de momento, nada. ¿qué nos queda?, como decía la gran Celia: ¡azúcar!
Nos queda la voz para cantar, la música, porque ni la tele ni la radio nos sirven, ¡ ¿ Para qué?, la mayoría de las veces no tenemos electricidad !".

María ya no quiere, ya no puede pensar más. Se aparta del espejo.
Se siente afortunada, muy afortunada. Por primera vez en mucho tiempo, da gracias a Dios, es una mujer libre, autosuficiente, no le falta lo básico ni a ella ni a su familia, están todos sanos. ¿Qué más puede pedir?
Solo le queda una duda: ¿qué puedo hacer para mejorar la situación de tanta gente, de tantas mujeres, tanto sufrimiento?
Anita le responde: "Chica, no puedes hacer nada, disfruta, se feliz, educa a tus hijos como gente honesta, honrada y justa. Y se lo cuentas a tus amigas, para que hagan lo mismo. No tardara mucho en que los justos serán mas y los pobres seremos menos".

 NOTA: Decir que todos los hechos del relato están basados en situaciones verídicas.